Aunque la mayoría de nuestras visiones nocturnas resultan quizás poco más que débiles y fantásticos reflejos de nuestras experiencias de vigilia - a pesar de Freud y su pueril simbolismo-, existen no obstante algunos sueños cuyo carácter etéreo y no mundano no permite una interpretación ordinaria, y cuyos efectos vagamente excitantes e inquietantes sugieren posibles ojeadas fugaces a una esfera de existencia mental no menos importante que la existencia física, aunque separada de ésta por una barrera inflanqueable.
Mi experiencia no me permite dudar de que el hombre, al perder su consciencia terrena, se ve de hecho albergado en otra vida incorpórea, de naturaleza distinta y alejada de la existencia que conocemos, y de la que sólo los recuerdos más leves y difusos se conservan tras el despertar. De estas memorias turbias y fragmentarias es mucho lo que podemos deducir, aun cuando probar bien poco. (...)
A veces creo que esta vida menos material es nuestra real, y nuestra vana estancia sobre el globo terráqueo resulta en sí misma un fenómeno secundario o meramente virtual."
Más allá del muro del sueño, H.P. Lovecraft
No hay comentarios:
Publicar un comentario