martes, 29 de diciembre de 2009

Acto Sexto: Sangría

Qué hoja más afilada. Me pregunto a qué profundidad debería hundirla...no, no estoy pensando en el suicidio; eso nunca. Soy demasiado cobarde para ello. Pero un simple rasguño, unos cuantos milímetros me ayudarán a sacar lo que llevo. La sangre ya se ha salido de su cauce. Va perdida...No logro captar el mensaje que me quiere transmitir, y ello me frustra de una manera desmesurada, pero, por ahora, voy a actuar de simple escriba:

"Perdida.
Inapetente.
Perezosa; cero motivada.
Los días pasan y todo sigue igual, no sé qué hacer. Intento buscar un remedio, una solución...Los estudios los tengo muy aparcados, es como si mi conciencia se hubiera esfumado. Casi ni me siento mal; es más, me sabe peor por los demás -familiares- que por mí misma.
Qué absurdo es todo.

Aparco mis sentimientos, me da mucha pereza afrontarlos. (¿O miedo?)
Siempre irascible, saltando a la primera de cambio...ya no rio como antes.
No soy capaz de proponerme algo y hacerlo.
Qué aburrido es todo.
No sé lo que realmente quiero."

Ahora llega la labor de interpretar el mensaje. Debería ponerme a ello.

2 comentarios:

  1. Debe ser el síndrome de los 19. Pero no hay que hacer como que todo está pasando a tu alrededor y punto. Si no actúas al darte cuenta e intenta enfrentarte a tus miedos, saltar las adversidades y superar a las cosas que te empequeñecen, esto seguirá así por mucho tiempo.
    Si que eres capaz
    Si que puedes, todo es visualizarlo e intentarlo, primeor con algo pequeño y luego ya con las cosas grandes.
    Un beso!

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  2. Todo es absurdo y la mayoría de cosas son aburridas actualmente. Estamos en una pequeña burbuja loca y tonta. Deberíamos salir de ella y hacer. Hacer cosas, pensar cosas, decir cosas. Creo que es la forma... o bueno, no sé. Tampoco tengo muy claro lo que quiero a largo plazo, pero intento buscar el corto...

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